sábado, junio 18, 2005

Arbitrariedades

Después de la tormenta

Buenos Aires en otoño, la pintura de Turner, la serie The Russian Way de Pentti Sammallahti, Viernes 3 A.M., los ojos de color verde, los cielos cargados de nubes, las tormentas eléctricas sobre el mar, la luz joven que se filtra entre los árboles después de la lluvia, tu sonrisa...

viernes, junio 17, 2005

S.L., 6:00 AM

Continúa esta llovizna que parece que nunca terminará de caer. Serviría de escenario para una novela cyberpunk; hasta estamos viviendo una post-catástrofe devastadora como habitualmente exige el guión. La neblina, de un perfecto gris, añade el adecuado marco de misterio, atenuando las formas al punto que lo lejano se convierte en irreal, una irrealidad teñida de rojo por las luces sucias de la vieja estación. Aquí, el tilo exhibe agotado dos o tres hojas que no se terminan de rendir a este Otoño. Las ramas desnudas brillan con las minúsculas gotas que estallan en miles de reflejos, creando una telaraña que inútilmente trata de atrapar la brisa fría del amanecer.

Hoy la calle no es tan anónima; cada detalle parece revelarse sólo para confirmarlo. Cuesta mucho dejar este instante tan solo.

jueves, junio 16, 2005

Pedacitos del rompecabezas

Collage
Los rompecabezas en general nunca llamaron mi atención. Piezas más piezas menos la dinámica es la misma: fragmentar una imagen en partes más pequeñas que luego deben volver a juntarse para formar el todo que eran al comienzo. Si bien puede haber alguna incertidumbre debida a la pérdida de una ficha o a períodos de escasez de lucidez visual o incluso mental, o tal vez a excesos de ansiedad provocados por la tarea inconclusa, siempre se conoce la meta, y generalmente se llega a alcanzarla.

Pero hay uno en particular que podría escapar a toda lógica. Parte de fragmentos mas no todos son necesariamente fichas del mismo; algunas piezas las elegimos concienzudamente mientras que el azar acomoda otras; los bordes pueden no coincidir pero eso no impide que estén bien ubicadas. Con el tiempo las fichas pueden ser más o menos y aparecer o desaparecer sin previo aviso, al punto que podríamos haber terminado y no saberlo.

Voy a acomodar algunos fragmentos que andan por ahí esparcidos para tratar de hacerme una idea de la imagen.

miércoles, junio 15, 2005

Caminar bajo la lluvia nutre el espíritu

Reflexus
Llueve otra vez y cierta melancolía se filtra desde dentro.

El gris del cielo lejos de teñirlo todo, hace que los colores sean más ricos; las cosas parecen brillar...


¿Y si lloviera dentro?

martes, junio 14, 2005

Pléyades II

Many a night from yonder ivied casement,
ere I went to rest,
Did I look on great Orion sloping slowly
to the West.

Many a night I saw the Pleiads,
rising thro' the mellow shade,
Glitter like a swarm of fireflies
tangled in a silver braid.

Lord Alfred Tennyson,fragmento de "Locksley Hall"

lunes, junio 13, 2005

Pléyades

Pléyades
Uno de los objetos más hermosos que se pueden contemplar en del firmamento son las Pléyedes. Es un grupo de estrellas que no llegó a convertirse en una constelación, pero cuya forma es perfectamente reconocida y admirada desde la antigüedad. En varios escritos griegos y romanos se las nombra como "Las siete hermanas", "La red de estrellas", "Las siete hermanas del Atlántico", "Las hijas de Pleione". Particularmente prefiero la versión de los nativos de Tonga y las Islas de la Sociedad. Las llaman Matarii, "Pequeños ojos".

Son visibles a simple vista, en la constelación de Tauro, donde se pueden contar seis o siete estrellas. Sin embargo para revelar toda su belleza se requiere de la ayuda de algún telescopio o binocular, teniendo la precaución de utilizar un ocular de baja potencia.

Conozco otras Pléyades que también son siete. Tienen un don especial para brindar afecto y hacerte sentir que sos necesario. Brillan con un tono azul muy intenso, aunque se las necesita ver con la luz adecuada; cuando uno se siente como el más negro de los cielos, resplandecen como diamantes de hielo azul sobre un terciopelo negro...

Las míticas Pléyades se llamaban Celaeno, Electra, Taygeta, Maia, Asterope, Alcyope y Merope. Éstas... sólo ellas lo saben.

Este primer post es para ellas, a las que les agradezco sinceramente su afecto.



PD: sólo espero no convertirme en Orión.