Tarde en un cuarto
El aroma de los leños encendidos invade el cuarto en penumbras, en el que sólo se oye el paso del humo por el tiraje. La ventana es gigante y está velada por un cortinado tramado que juega un juego de luces y sombras con las plantas del exterior. La reja observa solemne y severa sin saber que también es parte del juego. De cuando en cuando chisporrotea alguna brasa que hiere el ambiente con su tenue resplandor. Ahora hay una leve brisa que anima la partida mezclando la disposición particular de algunas cosas. Sueño dentro de un sueño, otros aromas y brisas se proyectan. Aromos fragantes, en flor, dorados, y ese airecillo frío entre los pinos del bosque susurrando el sonido del mar que está muy cerca... Gorgotearon mis tripas rompiendo el artificio como por efecto del encantamiento de algún espíritu, genio o demonio, apresurado por cerrar la puerta que evidentemente se estaba abriendo.
2 Comments:
chateemos maniana si?
Viste que las cosas nunca son porque si?
Muchas cosas de las que escribis terminan describiendo algo que me pasa a mi tambien
chateemos maniana si?
Viste que las cosas nunca son porque si?
Muchas cosas de las que escribis terminan describiendo algo que me pasa a mi tambien
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